Por qué secundamos la huelga
Es probable que nuestros socios y simpatizantes estéis leyendo un montón de cosas sobre la huelga del fin de semana, sus motivos, las causas, etc., Desde el Unión Club Ceares queremos dar nuestra visión sobre el tema y explicar por qué la secundamos.
Desde 1985 está en vigor una ley que dice que todo aquel que haga cualquier labor remunerada periódicamente (con 1€ es suficiente) en un club, debe estar dado de alta en el régimen general de la Seguridad Social, y si hace su labor sin remunerar (como es el caso de los directivos) debe tener un contrato de voluntariado y un seguro, con el consecuente incremento de los costes.
Como esto desde el primer momento era obviamente inviable para los clubes, ya que antes incluso sufragaban el coste de las fichas y el material (cosa que ahora ya sabéis que no es así por la reducción de las subvenciones y el aumento de los costes), de facto se les permitió quedar en el limbo, dejándolo pasar durante muchos años, para permitir que pudieran seguir haciendo su labor de formar niñ@s. ¿Cuándo se exigía el cumplimiento de la ley entonces? Cuando la cantidad percibida era superior al salario mínimo interprofesional, porque se consideraba que eso ya era un sueldo en condiciones, ya no se podía considerar a esa persona un voluntario altruista, y por tanto debían cotizar como cualquier otro trabajador.
Lo que acaba de suceder es que el gobierno ha dado orden a inspección de trabajo para que investigue a los clubes y haga cumplir la ley a rajatabla y sin excepciones. Cumplir la ley ocasionaría el colapso de los clubes que no cobren unas cuotas altísimas, o que no tengan unas instalaciones para alquilar con las que compensar ese tremendo incremento del gasto. Además provoca la dimisión en cadena de directivos, ya que responden con sus bienes ante cualquier sanción que pueda tener el club, lo cual representa un riesgo inasumible, especialmente si tenemos en cuenta que el único beneficio que obtienen es la pura satisfacción personal por la labor que desempeñan. Existen casos de directivos a los que se les ha embargado su vivienda o vehículo para hacer frente a las sanciones, directivos que, repetimos, tienen prohibido por los estatutos recibir remuneración alguna por su función y trabajan en los clubes de manera completamente altruista.
¿Qué objetivo se persigue con la huelga? En este punto es donde existen las mayores diferencias. Hay quien pide que se mantenga la situación de limbo actual, que se permita dejar hacer. El U.C. Ceares lo que pide es que se desarrolle una legislación específica para regular el fútbol base que contemple su realidad, que vaya acorde a las posibilidades económicas de los clubes y que reconozca la labor social que hacen los clubes no profesionales por el fútbol; no solo en cuanto a la regulación laboral, sino a la responsabilidad que el fútbol profesional tiene para con ellos al ser estos los cimientos sobre los que se asienta, y que de ese modo nos acerquemos a modelos de financiación conjunta de todo el sistema futbolístico estatal a imagen de otros países europeos mejor organizados.
Queremos regulación, queremos que las administraciones controlen a los clubes, pero en un marco legal que sea realista y que permita que sigamos funcionando, no en un marco “importado” del mercado laboral que lo que hace es ahogarnos y tratar como “empresarios y trabajadores” a voluntarios y personas que reciben unas compensaciones económicas míseras por muchas horas de dedicación.
¡PUXA CIARES!