[Ceares 2-1 Oviedo B] Marcos pone La Cruz en pie

Dos goles del delantero gijonés dan la victoria a los locales frente a un Oviedo B que no consiguió ser superior ni con un jugador más.

A pesar de las dos victorias en los dos primeros partidos, recibir al Oviedo B siempre es motivo de prudencia. Los ovetenses, sobre todo en el partido de vuelta, mostraron ser un gran equipo, de los mejores de la categoría. Además, mantienen prácticamente a todos los jugadores. Con mucho potencial sobre todo en ataque.

La baja de César, lesionado durante la semana, obligaba a un nuevo cambio de esquema en el Ceares. Miguelín optaba por un doble pivote de contención, con Aitor y Hugo. Un once por tanto más defensivo que el de Roces de la pasada semana.

El arranque era eléctrico. Ya en la primera jugada, Marcos Iglesias era parado en falta casi sobre la línea de área, forzando la tarjeta a Lula. La falta era lanzada por Raúl pero rechazada por la defensa. Los primeros minutos, pura diversión. Ambos equipos llegaban al área, con el partido loco. Faltas peligrosas, centros que no encontraban rematador, córners.

Marcos Iglesias comenzaría su idilio con la grada en una gran jugada que remataba casi de puntera al palo largo, pero se lucía Gorka y mandaba a córner.

Cuando estábamos cerca del descanso, Chery se adelanta de manera magnífica, se interna en el área, y la pone para que Marcos defina con clase.

Al intermedio se llegaba con optimismo, el Ceares se había mantenido sobrio, sin concesiones, y habían enchufado una. El partido muy de cara. Parecía que estaba controlado el partido. Los ovetenses tenían más el balón, pero los locales no pasaban serios apuros. Hasta que llegó una jugada que pudo cambiar la dirección del encuentro. Ponte, que había visto una tarjeta evitable en la primera parte, muy evitable, veía la segunda por un forcejeo en medio campo. Con nada menos que treinta y dos minutos por delante, un hombre menos, y un equipo que venía de play-off el pasado curso, tocaba tensión. Tensión de la buena.

El Oviedo B no creó el peligro del pasado año. Se asomaban al área pero no llegaban a crear ocasiones. Sólo lo peligroso del resultado, y de la inferioridad numérica, llevaban la sensación de miedo a los locales.

Hasta que Marcos presionó en banda izquierda. Robó el balón a la altura del centro del campo. Corrió. Llegó a la frontal. Recortó provocando la pasada de frenada del defensa oviedista, y definió al palo largo. Golazo de bandera. Trabajo, potencia, calidad, y definición. Todo en segundos.

Era el minuto 94 cuando el Oviedo B marcaba, tras el rechace de Aitor Cañedo en una falta a la altura de la frontal. Demasiado tarde. Los puntos se mantenían.

El domingo toca mantener el ritmo ante un viejo conocido, Nacho Cabo, ahora al frente del Mosconia. Los de Miguelín ya saben lo que les espera, juego de toque, juego preciosista. Que no pare la racha.