Dos bajas importantes condicionaban el oince titular ayer del Ceares. Por un lado, Pablo Martínez, el que mejor juega entre líneas, y por otro Juan Carlos, el que dirige el juego. Miguelín optó por situar a Prendes por delante de la defensa, como stopper, acompañado de Jorge Vázquez, en labores de construcción. El centro del campo cearista estuvo perfecto, anulando por completo el juego del Praviano.

Empezaba fuerte el Praviano, pero era sólo un espejismo. Apenas 10 minutos de dominio antes de que el Ceares cogiera el mando del partido. Si bien la primera parte no pasará a la historia del fútbol, el Ceares aprovechó una de las pocas ocasiones y se adelantaba en el marcador. Un Álvaro Ponte en estado de gracia remataba de cabeza como mandan los cánones, picando el balón, que entraba ajustado al palo derecho del ex cearista Pablo Diez.

La única mala noticia del partido fue la lesión de Raúl, que ya llegaba algo tocado al encuentro, y al que sustituiría Bryan, ocupando el extremo zurdo.

La ausencia de Juan Carlos puede ser el motivo de que el Ceares jugara más largo de lo habitual. Ponte bajaba perfectamente el balón, y lo jugaba de cara para que Jimmy, o Chery, excelentes ambos, iniciaran los ataques. El partido parecía cómodo.

Al principio de la segunda parte todavía se acrecentó más el dominio visitante. Jimmy puso dos balones de la muerte que no encontraron rematador, el segundo de ellos tras un fantasioso pase de Jorge Vázquez picando el balón sobre la defensa.

Un Cris Alonso recién ingresado al campo, realizaba la jugada del encuentro. Pero cuando sólo quedaba el cancerbero local por superar, decidió dar el balón a Bryan cuando lo más fácil era rematarla él. La defensa cazó el pase. Otro pase de la muerte de Pichón que se encontraba con Súper Pablo. Parecía cercana la sentencia del partido. Sin embargo, un árbitro benevolente con las tarjetas durante todo el partido, decidió expulsar a Lozano por una jugada intrascendente en el centro del campo. Quedaban 20 minutos, y se ponía el encuentro cuesta arriba.

No obstante, salvo el lanzamiento de tres córners consecutivos, el Praviano fue incapaz de inquietar a Davo. El peligro más bien lo seguía llevando el Ceares, que con Bryan, Cris Alonso, y Pichón salían como tiros buscando pillar descolocada a la defensa local.

Victoria con autoridad, aunque corta a tenor de los méritos de ambos equipos. El Praviano sin duda debe mejorar si quiere mantener el nivel que lo llevó la temporada pasada a disputar fase de ascenso a Segunda B. El Ceares por su parte, sigue ofreciendo buena imagen, y podría firmar el mismo domingo su clasificación matemática para las semifinales de Copa Federación por segunda vez en su historia.

Seguros atrás, el balón que pase por los jugones, y rápidos arriba. Esas parecen serán las señas de identidad esta temporada de los teyeros. De momento van fuertes.