[Ceares 1-1 Avilés B] Bienvenidos al Día de la Marmota

El Ceares se hace acreedor a la victoria, pero su falta de acierto le condena a un nuevo empate. Ya son 17 las jornadas sin conocer la derrota.

Este domingo no era un día cualquiera para el Ceares. Volvía a La Cruz el entrenador que dirigía al equipo en las dos últimas temporadas, llevando al conjunto a disputar el play off de ascenso a Segunda División B por primera vez en su historia.

Pero futbolísticamente sí fue un domingo cualquiera. De nuevo el Ceares fue mejor, de nuevo minimizó a su rival, al que por momentos parecía un rival menor, generó ocasiones, se hizo acreedor a la victoria, pero se tiene que conformar con el empate. Como le pasaba a Bill Murray, esta crónica empieza a resultar repetitiva.

Arrancaba mejor el Ceares, como en 75 de los 90 minutos. El césped estaba lento, pero no impedía que se pudiera jugar el balón. Así Juan Carlos se lucía, llevando el peso de encuentro, y metiendo los pases entre líneas que el equipo necesitaba.

El primero en inquietar era Jorge Vázquez. Balón de banda de Prendes, el portero con ganas de salir, sale a por uvas y el rechace le cae al mediocentro gijonés, pero dispara arriba. Tendría otra, pero su remate de cabeza tampoco era gol.

Ponte también tuvo las suyas, pero primero salvaba Rivas, y en la segunda su remate se iba lamiendo el poste.

Se llegaba al descanso con la sensación de que el empate era corto para el Ceares, pero Eric disparaba desde fuera del área, el balón rebotaba en Beni, y descolocaba a un inédito Kike.

Que nadie se pregunte el porqué, pero el Ceares iba perdiendo al descanso.

Al principio de la segunda parte, parecía que el gol había hecho daño. Coincidió con los peores minutos del Ceares, incapaz de llevar peligro a la meta del filial avilesino.

Cuando se superaba el cuarto de hora de esta segunda mitad, Juan Carlos rompía la tónica del encuentro con un lanzamiento de falta que superaba a Rivas y colocaba un injusto, pero al menos más correcto, empate.

A partir de ahí, monólogo teyero. El primero fue Polo, al recibir un pase de primeras de Jimmy e intentar colocar el balón al palo largo con el exterior, pero el guardameta visitante realizaba la parada del partido.

Quedaba un mundo por delante, y el Ceares era mejor. Más ocasiones claras, el balón golpeaba en Ponte cuando se cantaba gol.

Se acercaba el final. Nuevo uno para uno de Polo, pero su disparo se va desviado. Rozaba el surrealismo, el balón no quería entrar. El fútbol es injusto. Al filial le valía el empate. Retrasaba los saques, se lesionaban en cada contacto. Se acercaban las 14:30, increíble.

Minuto 90. Expulsión de Pelayo y amonestación a Nacho Cabo. Agoniza el partido. Va a morir ahí. La pone Juan Carlos, llega Prendes solo al segundo palo, se lanza en plancha, pero se va fuera.

Y el árbitro da tres pitidos.