[Tuilla 3-0 Ceares] Segundas partes nunca fueron buenas

Duro resultado el encajado en el Candín, sobre todo tras unos magníficos primeros cuarenta y cinco minutos de constante peligro teyero.

El Candín no es un campo cualquiera. Se trata de un terreno reducido, en que casi con una zancada pasas de la línea de banda al interior del área. Visitar Tuilla significa sufrir, el equipo local sabe jugar mejor que nadie ahí. Es muy difícil llevarse puntos a casa cuando es el local el equipo dinamitero.

Sin embargo, hoy fueron los locales los que sufrieron en la primera parte, en la que fueron muy inferiores a un Ceares que dominó el campo y llevó constante peligro sobre la portería de un excepcional Jose.

Pero los que más saben de fútbol hablan de goles psicológicos. Hoy los de Eraña sufrieron uno, encajaron en el último instante de la primera parte, y no pudieron levantar cabeza. Si un gol siempre es un mazazo, el de hoy fue de los más duros posibles.

Y es que el Ceares empezó fuerte. Apenas habían pasado 8 minutos cuando Álvaro Ponte no podía definir en un mano a mano ante Jose. Primer aviso para los dinamiteros.

Un fantástico Cris Alonso trajo de cabeza a la defensa local. Una gran jugada suya, pisando área desde el costado izquierdo, terminó con duro disparo arriba que rechazaba el larguero.

También Cris cedía el balón a Ponte, pero de nuevo Jose rechazaba el mano a mano, aunque el ariete teyero llegaba muy forzado al disparo.

Ahora que el destino es caprichoso, y cuando pasaban 2 minutos de la primera parte, en la primera llegada clara (y no clara) de los locales, llegaba el primer gol local, en un pase atrás y disparo cruzado al que no podía responder Davo.

La segunda parte fue para los locales. Más aun cuando a los 7 minutos Álvaro Pozo robaba un balón a Dani Hevia que lo dejaba solo ante Davo y no perdonaba. El Tuilla cerraba el partido.

En estos segundos 45 no pudieron llevar peligro sobre la portería local los pupilos de Eraña. Los locales dominaban con solvencia, los ataques cearistas no pasaban de 3 cuartos de cancha.

En el 73 llegaba el tercero, en un saque de esquina desde banda derecha que cabecean a gol.

Con el partido resuelto, poca historia. Por el Ceares lo más divertido fue una salida de Davo con el balón, yéndose de dos jugadores con gran calidad, gran tranquilidad, y gran susto para sus aficionados.

Un tiempo para cada equipo pero termina 3-0. Inexplicable, pero fútbol. Si fuera más sencillo de entender no sería tan apasionante.